domingo, 11 de diciembre de 2011

Hoy no, mejor mañana...o pasado!


La sexualidad durante el post parto es uno de los cambios más notables en una pareja. Durante el embarazo, cada mujer lo vive de un modo muy particular. Hay muchas que disfrutan mucho más del sexo que antes, muchas que están mas apagadas, en muchas no cambia con respecto a como era anterior al embarazo, en fin...de todo un poco. Pero luego del parto la realidad es más o menos parecida para todas. Por un lado, hormonalmente estamos revolucionadas y todo nuestro organismo esta en función del amamantamiento, con lo cual las hormonas están centradas en generar leche, en generar sed para tomar liquido para así generar más leche, en comer y dormir. Igualmente en  las mujeres que por algún motivo no dan la teta.También las noches son parte del dia, y hormonalmente también están revolucionadas...Nuestro cuerpo se prepara para resistir a las noches y para estar lúcidas durante el día y poder atender a nuestro bebe. Toda nuestra libido está puesta ahí.
Sucede que por un lado estamos esperando que llegue el momento en el que podamos reencontrarnos con nuestra pareja luego del parto. El hombre espera el alta médica  suponiendo que alta es sinónimo de  “aparición del deseo” y que el postparto son sólo 40 días. Nosotras creemos que podemos responder a sus lógicas demandas.Pero llega ese día y vemos que las ganas no aparecen; por lo pronto, no como suponíamos. Muchas veces lo vivimos con culpa ya que, en el fondo, sabemos que los encuentros sexuales no son en este momento algo imprescindible para nosotras. Pero también tememos que nuestra pareja se enoje, no lo comprenda, incluso es probable que sus planteos estén enfocados ahí para mostrarnos como “quedaron en 2do plano” o donde es más concreto su llamado de atención. Como ya mencioné en Versus II, no desde el pedido y la comprensión sino desde el reclamo. Es un planteo que la mayoría de las veces tiene efecto ya que desde el vamos, nosotras sabemos que no podemos responder a sus demandas como antes.
Lo importante no es quién tiene razón o no, ya que cada uno tiene sus motivos e intentar explicar lo que nos pasa muchas veces es en vano. Nuestros argumentos son ”estoy agotada, mi trabajo es de 24hs, no duermo de corrido mas de 3 hs,no sé si duerme 2, 3, 5hs o cuántas horas, dar la teta me consume la energía, etc”. A lo que ellos responden “yo también estoy cansado, trabajé todo el día, pero tengo ganas igual!”. Entrar en este tipo de discusiones no llega a ningún lado ya que no podemos pretender entendernos. Claramente estamos en situaciones diferentes y ambos tenemos razón. Empezamos a escuchar los mandatos sociales con mas énfasis: “no descuides a la pareja” , de estas frases tan conocidas,miles. Creíamos que a “mi no me va a pasar” y de pronto si, sucede. No descuidamos a la pareja, pero nuestras energías están enfocadas a otro lugar. Nosotras no necesitamos el sexo como antes ni de la misma manera que el varón. Necesitamos sentirnos comprendidas, sentir que no debemos dar explicaciones sobre esto. Necesitamos volver a conectarnos con nuestro cuerpo que está tan cambiado y tan poco sexuado. Nuestros pechos son el alimento de nuestro bebe y no hay otro tipo de placer en este momento más  que el dar de mamar. Nuestra piel esta más sensible, sobrando por todos lados hasta que se reacomode. Nuestro pelo se cae, las uñas se rompen. No nos sentimos para nada femeninas. Una cantidad de cambios físicos, fisiológicos y, sobre todo, psicológicos alrededor de nuestro cuerpo han ocurrido y no podemos pretender “hacer como si nada”. Necesitamos un tiempo para volver a libidinizar nuestro cuerpo y conectarnos con la sexualidad desde otro lugar. En este momento necesitamos caricias, abrazos, muchos mimos, sostén, palabras dulces, besos.Y el hombre deberá aprender a conectarse con la mujer desde otro lugar,para que con el tiempo la sexualidad de la pareja se disfrute incluso, más que antes.
Muchas veces buscando esto sentimos que el hombre puede interpretar este acercamiento como “deseo del acto sexual” y es por esto que muchas veces lo evitamos, ya que nos molesta la obligatoriedad y sentirnos presionadas. El desencuentro se incrementa. El hombre tampoco se empieza a acercar porque siente que es rechazado y eso es, en ocasiones, bastante frustrante.
Es importante el diálogo en la pareja sobre estos temas ya que muchas veces son tabu.  Nosotras queremos satisfacerlo, reencontrarnos, pero no podemos (por un tiempo) acceder cada vez con tal de complacer al otro, con tal de que no se enoje, que no se aleje. Los necesitamos cerca, pero nos alejamos si no hablamos de lo que sentimos, de lo que nos pasa. Charlar para ayudarnos mutuamente a transitar este momento, generando juntos una sexualidad nueva, diferente, y placentera para ambos.
Charlar para que los reclamos no tengan tanta eficacia y en vez de pelear, acercarnos, reencontrarnos desde lo mas tierno que todos, hombre y mujer, tenemos.

3 comentarios:

  1. Que alivio saber que a casi todas nos pasa lo mismo! Por suerte, es un tiempo hasta que todo se acomoda y nos volvemos a organizar! Gracias por poner en palabras nuestros sentimientos y ser tan clara.

    ResponderEliminar
  2. Claro, por suerte es un tiempo y la paciencia es fundamental!
    Es importante esto que decís del alivio por no ser la única, por esto es que me parece importante el grupo de reflexión, ya que es un espacio en donde de a poquito una puede ir escuchandote en las historias de las demas y se calma, ya que hay situaciones muy parecidas, pero ojo, no todas lo vivimos igual y eso hace al grupo enriquecedor!
    Me alegro te haya gustado la nota, de a poco iré subiendo mas!Saludos

    ResponderEliminar
  3. me alivia saber que en todos los tiempos fueron cosas naturales que nos pasaron a las mamás y si, también es cierto que las personas nos fuimos poniendo más en contacto uno con el otro y esto hoy es mucho más natural charlarlo, muy lindo este artículo, hay que compartirlo porque creo que aún muchas chicas tienen que soltar para aliviarse y no sentir que son seres raros y las parejas lo mismo!!

    ResponderEliminar