domingo, 4 de septiembre de 2011

Versus 2

Un dia nos conocimos, nos enamoramos... nos unimos en convivencia o en matrimonio... decidimos tener un hijo. Lo buscamos hasta que finalmente aparecieron las esperadas dos rayitas en el test. Guau!.
Soñamos, imaginamos,idealizamos al otro en su nuevo rol, la panza crecía y las preguntas empezaban a surgir.... A los dos. Miedos e inseguridades, nuestra historia y los vínculos con nuestros padres pasaron un primer plano. Como seré como papa! Como seré como mama?Como seremos como papas!?
Por ahora casi todo sigue igual....no se nota que en realidad ya somos tres. Despues de nueve meses efectivamente somos familia.
Que pasa con la pareja en medio de toda esta revolución? Que siente el hombre como hombre? Como se siente? La situación cambio para los dos.
Inevitablemente aparecen las discusiones, mas alla de la felicidad que implica el momento. Todos necesitamos del otro, los tres tenemos deseos. El bebe estar upa, mimos, atencion, calor, abrazos, canciones, miradas, alimentación, sueño.....mama y papa. La mujer-mama necesita descansar, comer, mimos, contención y soten ya que hormonalmente estamos revolucionadas pero psíquicamente tambien! El hombre- papa llega con ganas de estar con su familia, pero tambien esta cansado de trabajar y necesita descansar,caricias, cena, tranquilidad, hogar,atencion....pero las miradas cambiaron de foco (transitoriamente).
El,agotado, busca llegar a casa y tener un rato para si, pero la mama que se despertó de noche, que estuvo todo el dia dedicada a responder  a las demandas del bebe, espera ansiosa a la pareja para tambien poder tener un rato para si, aunque esto solo sea darse un baño! Con lo cual, otra vez lucha de deseos, campo de batalla.
Racionalmente entendemos al otro, nosotras el cansancio de ellos y ellos el nuestro. Sin embargo  se instala una especie de competencia a ver quien tiene mas derecho a estar cansado o a necesitar su rato de relax, en vez de ponerse en el lugar del otro y tratar de conversar sobre las necesidades de cada uno.
Vemos de nuevo como cuando no hay lugar para dos deseos, las consecuencias  se ven reflejadas en los vinculos que construimos,con nuestro hijo por un lado, pero con nuestra pareja por otro.
Cada uno encuentra la manera mas"aceptada" de hacer el reclamo. Pero detrás de cada reclamo hay en realidad un pedido de "mirame".  Necesitamos recuperar la mirada del otro que en este momento solo apunta a un lugar: nuestro bebe! Y lamentablemente muchas veces la pareja encuentra en las peleas su momento de "encuentro", haciendose reproches y defendiendo su lugar. Es mas facil llegar al otro desde un planteo que pedir lo que verdaderamente necesitamos, aunque en esta etapa quizá no podamos satisfacer al otro en sus pedidos. Quizá entender esto sin caer en "poner en falta" es lo mas difícil.
Muchas veces el hombre se siente desplazado y en este caso, si no puede reflexionar sobre esto, el vinculo padre -hijo estará creciendo sobre esta base, como asi tambien la relación de pareja comenzara a ser cada vez mas "tensa". "La intensidad con la que el varón decida comprometerse y vincularse para sostener la diada mama-bebe,le permitirá acomodarse integrando la triada. No desde el reclamo,sino desde el sostén y la observación de ' lo que pasa' en lugar de pretender que ' las cosas sucedan como a mi me gustaria'"( Laura gutman)
Este tipo de situaciones se escuchan permanentemente en el consultorio. Creo que es inevitable que dichas discusiones no esten una vez que llega el bebe a casa...aunque si uno es sincero consigo mismo y puede poner en palabras lo que le pasa, si revisa su historia y los sentimientos que le genero el nacimiento de un hijo, puede ser mas facil.
Este tema es complejo y creo que lo mejor es seguir hablando de esto de a poco.
Si tienen ganas pueden mandar alguna pregunta a lorenaruda@hotmail.com o incluso sugerir algún tema que les resulte interesante.
Hasta la próxima!

Versus

Nació nuestro hijo. Llegamos a casa y ya no están las nurses que vienen a cada rato a decirnos cómo darle la teta,  o por qué llora mi hijo o cómo limpiarle el ombligo. Nos fuimos dos, volvimos tres. Nuestra pareja super servicial y atenta nos mira emocionado.  El bebe llora....ay, ¿que tendrá? .¿Hambre?. ¿Sueño?. ¿Gases?. "Mas que eso no le puede pasar", pensamos. Van pasando los dias y empezamos a entenderlo, casi siempre. ¿Qué pasa cuando hagamos lo que hagamos el bebé sigue llorando?. Aparece, en el mejor de los casos, la pregunta : ¿qué estoy haciendo mal?. Ojalá aparezca esta pregunta.... No desde la culpa y el autorreproche sino desde la reflexion. Muchas veces ante la desesperación de no saber, una no puede tranquilizarse y preguntarse: "¿cómo me siento yo?".
Cómo nos sentimos es decisivo para la relación que empezamos a construir. El bebe recibe todo y si nos sentimos nerviosas y desbordadas ante su llanto, será difícil calmarlo. Probablemente si estamos tranquilas y lo observamos, rápidamente vamos a aprender a entenderlo. Pero lo cierto es que muchas veces nos sentimos ansiosas, angustiadas, con miedos, un poco cansadas, presionadas….
Siguen pasando los dias, el bebe esta mas organizado pero pide teta , mimos, teta, atención, teta, baño, teta, upa, etc…. Nuestra pareja volvió a trabajar y ya no está taaan servicial como la primera semana. Él tambien esta cansado. Trabajó todo el dia. Nosotras tambien. Nos despertamos varias veces a la noche, damos la teta seguro cada tres horas y ¡a veces cada menos...! Tenemos que cuidar la pareja, responder a nuestro hijo y a todas las demás demandas.
¿ Es posible responder a todo? . "Algo tengo que dejar de lado.... Yooo? porque yo quedo de lado? No puedo bañarme cuando quiero, no puedo dormir cuando quiero, no puedo estar con mi pareja cuando quiero, no puedo elegir cuando comer... Nuestra pareja siente que, de alguna manera, él también es dejado de lado.
Podemos pensar que si las cosas siguen este curso,  esta forma de vivir la situación, aparecerán los problemas, las angustias, las peleas. Difícil será la comunicación con nuestro bebe ya que entraran en conflicto nuestros deseos con los de él, y también con los de nuestra pareja. Ambos merecemos un rato para uno mismo y ese rato es cada vez menos frecuente y más breve.
Tener un hijo implica estar dispuestas, por lo menos por un tiempo, a perder autonomía, independencia. Nuestro hijo depende ciento por ciento de nosotras. No es "El versus yo". No es una lucha. Es un bebe que necesita a su mama, su olor, su calor, sus mimos. Para nuestro hijo el tiempo no existe, es siempre ya. Si sentimos que nuestros deseos están amenazados por la llegada de nuestro hijo, si sentimos que ceder nuestro tiempo o responder a lo que él pide pone en riesgo nuestra autonomía, se declara una guerra, parece que hay lugar sólo para un deseo sin poder hacer convivir a los dos al mismo tiempo. Corremos el riesgo de que esta manera de vinculación se instale como modo de relación.
Esta situación es bastante habitual, y probablemente si revisamos nuestra historia podemos descubrir que con nuestro hijo se ponen en juego cuestiones que, en realidad, preexisten a su llegada. Probablemente, si soy una persona a la que le cuesta convivir con los deseos del otro, esta dificultad también se manifieste con un hijo, independientemente que lo ame, que haya sido deseado y buscado.
La maternidad genera muchos sentimientos encontrados y ser concientes de estos nos ayudara a vincularnos 'mejor' con nuestros hijos, y con los demas!
¡Hasta la próxima...!

Seré buena Madre?

Nace nuestro hijo. Momento esperadisimo,por todos. Expectativas. Miedos. La gran pregunta ¿seré buena madre?
El bebe llega a un mundo y tiene que aprender absolutamente todo, incluso a tomar la teta. Momento de a dos, mama y bebe tienen que aprender a ser mama y a ser bebe en un mundo lleno de mandatos culturales sobre como se es "buena madre". Estas presiones estan presentes todo el tiempo, sobre todo si tuviste una cesárea, si no pudiste dar la teta.... Parece no importar el porque, todos juzgan y opinan y sino lo hacen igual imaginamos esos comentarios y con lo cual la cosa empeora. Yo tampoco me pregunto porque, solo me siento con culpa, y asi con menos posibilidades de preguntarme como me siento con este momento, viendo a una pwrsonita crecer dia a dia y que depende exclusivamente de mi, y yo de ella....lo mas difícil de la cuestión. Los horarios los marca el bebe, las horas de sueño las marca el bebe, el bebe llora y yo "debo" saber que le pasa porque soy la mama y" las mamas entienden al bebe desde que nace." Todas estas presiones, entre otras, hacen que una no pueda relajarse en un cien por cien al principio y el instinto quede ahi, a la espera de que lo dejemos fluir.
Muchos sentimientos encontrados, mucho amor, angustia que ni sabemos porque pero esta, sueño, cambios....ganas de estar con el bebe y ganas de que duerma, ganas de dar la teta pero nos duele y queremos que pase rápido. Ganas de estar con nuestro marido, pero tenemos sueño.  Culpa! Si, siempre aparece la culpa!
El bebe demanda y tenemos que responder, ya. Para el bebe no hay tiempo de espera.
¿ que tan dispuestas estamos a entregarnos de lleno a nuestro bebe?que pasa cuando en realidad no lo estamos? Que pasa si la mirada del otro es mas fuerte?¿Que pasa cuando no podemos resignar-nos en pos del bebe?¿Como hacemos para disfrutar de este momento de verdad y no porque "ser buena madre es disfrutar al bebe"?¿Como hacemos para que despertar tres,cuatro veces por noche no nos moleste?¿Se puede? Me animo a decir que estas cuestiones, entre otras de las cuales ya hablaremos, son cruciales en el vinculo que empezamos a construir.
Me gustaría que este rinconcito sirva para que cada una pueda preguntarse sobre como construye su vinculo con su hijo y vayan encontrando las respuestas. Cada una la suya, revisando su historia, su mundo.....
"La seguimos la próxima"!
Un saludo